Mi
amigo Hans es un fiel aficionado del Bayern que, tras presenciar el encuentro
en el Allianz Arena, me ha enviado la siguiente carta:
Querido
Carlos:
Por fin
pude presenciar un partido de mi querido Bayern en el Allianz Arena. No había vuelto a este estadio desde que, en mayo de 2012,
perdimos la final de la
Champions-League. Demasiado tiempo para
poder aguantarlo.
Me entró
cierta tensión cuando supe que era el Barça el rival que nos había tocado en suerte pero un amigo
gallego, seguidor del Barça, ya me advirtió de que el Barça no era el de antes,
que tenía muchos jugadores
lesionados y que los que
no lo estaban parecían cansados. Mi tía, catalana de nacimiento, parecía
nerviosa y, al mismo tiempo, feliz y alegre. La familia se había dividido entre
el Barça y el Bayern. Al principio era algo escéptico porque, despúes del
último 4-0 que sufrió el Bayern en el Camp Nou, no sabía lo que nos esperaría.
En Múnich el tiempo era espléndido, disfrutábamos de un día soleado, con un
buen ambiente alrededor del estadio, sin que se produjeran incidentes. Ya
teníamos bastante con el affaire fiscal del presidente Hoeness y el
espectacular anuncio del futuro fichaje de Götze como para que nos enzarzáramos
con otras discusiones.
¿Y qué
decir del partido? Pues que vi a un Bayern
agresivo, fuerte en la cobertura, todos jugaban y corrían para todos. Vi a Ribéry como el superclase que es, a Robben corriendo
incluso para robar balones, a Lahm tan sólido como siempre y a Schweinsteiger
llevando la batuta. Vi que Javi
Martínez había entendido que tenía que luchar, a Gómez en plan de torero
alemán, a un Alaba joven pero ya con experiencia, a un Müller que había recuperado la forma que demostró en el Mundial de 2010
y a un Neuer que no tuvo ningún trabajo. Como puntos más débiles señalaría a Dante y Boateng, pero
estos jugadores son defensores puros, no creadores de juego. Los jugadores del
Bayern demostraron tener una fuerza física y mental superior. Nada extraño pues
que llegaran los goles. Cierto es que Gómez marcó en fuera de juego, pero no es
menos cierto que dejaron de señalarse uno o dos penalties por mano de jugadores
del Barça.
EL BARÇA ME DECEPCIONÓ PROFUNDAMENTE. No sé muy bien si, en realidad, el Bayern es tan bueno o el
Barça tan malo como en este partido los vi. Sólo durante 15 minutos de la
segunda parte vi a un Barça aceptable
en la construcción del juego. Pero incluso
Xavi e Iniesta fallaban inexplicablemente en los pases, y Schweinsteiger y compañía consiguieron que a Messi se le
olvidara cómo se juega al fútbol.
Toda la
actitud de los jugadores catalanes me pareció deplorable. Jugaron sin ganas y
sin cojones y, también por este motivo, el Bayern mereció sobradamente la
victoria. Sentí lástima por los
aficionados del Barça que se desplazaron pagando un dinero por el vuelo, el
hotel y las entradas, ambientando admirablemente las gradas del Allianz Arena.
Ni un solo jugador del Barça acudió, al final del partido, a la zona donde
estaban ubicados para agradecérselo. También con esto mostraron su débil carácter.
Esta es
una temporada en la que el FC
BAYERN me ha hecho feliz. El Bayern
parecía pilotar un BMW, el Barça un SEAT
IBIZA.
El
resultado es que el camino a Wembley
está allanado para el Bayern. En el Camp Nou no ocurrirá ningún milagro.
Un
abrazo para ti y para tu familia.
Hans